HECHOS 20: EL ESPÍRITU SANTO REUNE AL PUEBLO DE DIOS.

Pablo llega a Grecia y permanece allí tres meses, hasta que los judíos le ponen obstáculos. Entonces decide regresar por Macedonia. Le acompañan hasta Asia siete discípulos: Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, Timoteo; de Asia, Tíquico y Trófimo; más el "médico amado", Lucas, narrador del libro. Navegan desde Filipos al puerto de Troas "6 ... donde nos quedamos siete días."

Cuenta San Lucas que "7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche." El grupo de hermanos está reunido en el aposento alto, una sala amplia donde se acostumbraba también comer, por lo que es llamada cenáculo. Es iluminado el lugar con "8 ... muchas lámparas..."

Utiliza el libro de los Hechos aquí por segunda vez el término "partimiento del pan". La primera fue en el capítulo 2 cuando dice: "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones." (Hechos 2:42) Los primeros cristianos eran de un mismo sentir y pensamiento, su fundamento teológico era "la doctrina de los apóstoles", su experiencia de vida cristiana se hacía en la "comunión unos con otros" -había unidad, una común unión entre todos, pese a la diversidad de orígenes-, también estaban unidos en la liturgia o vida ritual: la cena del Señor o "partimiento del pan" y la oración.

En el Evangelio del mismo escritor se habla de ese "partimiento del pan": "Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan." (San Lucas 24:35) Los discípulos de Emaús pudieron identificar al Maestro sólo observándole partir el pan.

Los cristianos acostumbraban celebrar la Cena del Señor o partimiento del pan el domingo, primer día de la semana, probablemente como solemnidad de la resurrección del Señor. Los discípulos y el apóstol estaban reunidos allí con un propósito específico, no menor: "7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan..." Era ocasión especial para escuchar también una enseñanza del apóstol.

No desechemos la reunión, culto o celebración del domingo, para estar en comunión con nuestros hermanos en la fe, la Iglesia que es el Cuerpo de Cristo y "baluarte de la Verdad". Tampoco miremos en poco aquella sagrada ordenanza del Señor, que es la Santa Cena. Recordemos como Él, en el cenáculo, "Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí." (San Lucas 22:19)

Estas palabras no son son una opción, son nuestro derecho pero también una orden del Señor: "... haced esto en memoria de mí."

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