HECHOS 11: EL ESPÍRITU SANTO FORMA A CRISTO EN NOSOTROS.

El Espíritu Santo usó a Pedro y Cornelio para esparcir el mensaje del Evangelio entre los gentiles. Después de la muerte de Esteban vino la persecusión y esta también fue una herramienta usada por Dios para llevar la Palabra más allá de Jerusalén. "19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos. / 20 Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. / 21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor."
Cuando Bernabé, "hijo de consolación", fue enviado a la ciudad de Antioquía, para examinar la conversión de los gentiles, sintió gran gozo de que el Señor llegara también al corazón de los no judíos y los motivó para que permanecieran fieles a Jesucristo. La Palabra dice que éste era un varón bondadoso, lleno del Espíritu, un hombre de fe, amante de la obra del Señor. "22 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. / 23 Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. / 24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor."

Bernabé, que sabía del testimonio de conversión de Pablo, su elocuencia, fervor y conocimiento, decidió ir a buscarlo a su ciudad natal, Tarso. Tal vez pensaba que el talento de Saulo se estaba "perdiendo" en esa alejada ciudad, o bien que ya era el momento que éste comenzara a ejercer el ministerio para el cual el Señor, mediante profecía de Ananías, le había llamado: "Hechos 9:15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; / 16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. / 17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo."

Encontrado Saulo de Tarso "25 ... le trajo a Antioquía. / 26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía." Bernabe y Saulo estuvieron un año entero enseñando la Palabra de Dios y el Evangelio de Jesucristo a los cristianos de Antioquía. Tal era el énfasis que estos misioneros pusieron en la Persona y mensaje de Cristo, en su imitación y seguimiento, que por primera vez los discípulos del Señor fuimos llamados "cristianos", es decir "pequeños Cristos" o seguidores de Cristo.
Saulo y Bernabé encarnaban la Persona de Jesús en sus vidas, eran hombres llenos de Su Espíritu, Su mensaje y Su amor. Les bastó sólo un año para hacer de sus "discípulos", como buenos maestros y tutores, personas que replicaban el modo de ser de Jesús. Igual cosa quiere el Espíritu Santo de nosotros en estos días: que aprendamos a ser "Saulos" sometidos a la autoridad de Cristo y la Iglesia, "Bernabés" que llevemos vida y consolación a los que sufren, para formar auténticos "cristianos", discípulos que lleguen a ser pequeños Cristos en medio de la sociedad.

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