HECHOS 10: EL ESPÍRITU SANTO LLAMA A TODOS.

Los cristianos solemos tener una actitud negativa frente a toda aquella persona que no cree a la manera nuestra, le criticamos y estamos siempre muy dispuestos a rechazar sus razones o a "enseñarles" como deben pensar y actuar. Esto no debe ser así.
El texto nos muestra a un hombre que guarda sincera fe: "1 Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, / 2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre." Un ángel mensajero del Señor se le aparece y le dice: "4 ...Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios." Las oraciones hechas con un corazón sincero, por aquellos que nosotros consideramos incrédulos o de una fe equivocada, bien pueden estar siendo escuchadas por el Señor y mayormente que las nuestras. Nótese que no sólo sus oraciones agradan a Dios sino también sus ofrendas.
Aún más, este hombre no cristiano, pudo tener una "visión": "3 Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio." Si hoy día esto sucediera, lo más probable es que nosotros, los cristianos bíblicos, consideráramos esa visión con desconfianza y no faltaría quien la atribuyese al diablo. La Palabra de Dios hoy me advierte: cuidado con la desconfianza religiosa y con el fanatismo de considerarme dueño absoluto de la Verdad.
Cuando el apóstol Pedro llegó a la casa de Cornelio y vio a toda esa gente creyente reunida y ávida de conocer el Evangelio, no pudo menos que concluir: "34 ...En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, / 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia." Hacer "acepción de personas" no es sólo omitir a un hermano o hermana en cierta decisión o invitación de la Iglesia, sino también no considerar con respeto y amplitud de criterio, la fe de otros.

Comentarios

Entradas populares